martes, 16 de agosto de 2011

Verde Hierba: Un lugar en el mundo

Como es posible que lugar tan pequeño te haga olvidarte de tantas cosas….

Cada persona deberíamos tener nuestro “sitio” en el mundo, un lugar en el que refugiarnos para pensar, para desconectar, para volver a ser un poco niños y sobre todo para ser felices.

El mío es un diminuto pueblo de la gran Castilla, un lugar donde los recuerdos duran para siempre, recuerdos que te quitan el aliento y te hacen replantearte lo que importa de verdad.

Despertarte cuando el sol se filtra entre las tablillas de esa antigua persiana de madera mientras oyes el incesante cantar de los pájaros que en ese momento te parece insoportable pero luego, te das cuenta de que te están invitando a levantarte y aprovechar cada segundo del poco tiempo que puedes disfrutar allí..

Y es que allí sales de casa con “lo puesto”, sin llaves porque todas las puertas están abiertas, sin móvil porque tienes el lujo de no tener cobertura lo que aquí parecería impensable pero allí es encantador y te permite desconectar de verdad, y sales sin cartera porque todo lo que se te puede antojar no se compra con dinero, sino con amistad ya que allí todos ofrecen todo lo que tienen e incluso más y te das cuenta de que las tabletas de chocolate compartidas saben mejor.

Andar por las calles y disfrutar cuando el aire te da de frente y notar como se lleva con él todas las preocupaciones y amarguras dejando dentro de ti sólo lo que tú quieres dejar. Al caminar te das cuenta que casi en cada rincón tienes un recuerdo y mientras lo piensas oyes sólo tus pasos, incluso si te paras, es probable que no oigas absolutamente nada, y por una vez te des cuenta de lo atronador que es el silencio, y de lo afortunado que eres porque poca gente puede disfrutarlo.

Un lugar donde “pasar la rodea”, “prender la lumbre”,”comer aceitunas con tito y Lay´s vinagreta” o “bailar por ahí, con tus amigos, en un plaza…” con un kit de supervivencia en una socorrida nevera, nunca significó tanto.

Y cuando te acuestas sólo piensas, y mañana martes, otro día menos, pero te consuela que estás viviendo la vida como hay que vivirla: De forma tan intensa que vas a recordar cada minuto siempre.



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