lunes, 6 de septiembre de 2010

Blanco: Perdona, pero quiero casarme contigo

Cuando menos te lo esperas encuentras un libro, o una película que te gusta más que otros muchos en los que has invertido tu tiempo, no sabes porque pero es especial. Perdona si te llamo amor ha sido todo un éxito en el mundo y sobre todo en España después de que "San Casillas" apareciera leyéndolo en una playa acompañado de su guapísima Sara, aun así no creo que el furor que ha surgido sea sólo por él ya que de verdad es muy buen libro.

Tanto "Perdona si te llamo amor" como su segunda parte "Perdona pero quiero casarme contigo" son una luz de esas que de vez en cuando iluminan nuestra vida, una vida que pasamos bombardeados de malas noticias, desilusiones y alguna que otra desventura en cambio Federico Moccia manda un mensaje de esperanza, una historia bonita, romántica pero sin empalagar, de las de verdad en las que se superan barreras apoyándose en el amor y en la amistad.

Todos imaginamos nuestra boda de una forma o de otra, para muchos es un cliché hay que hacerlo por el qué dirán, para otros un puro trámite o simple tradición pero yo considero que es mucho más que todo eso, para mi casarse es atreverse a decir Te Quiero, pero no un te quiero normal, es un te quiero para siempre, un te quiero tanto que quiero compartir contigo hasta el último día que me quede en este mundo, y por ello quiero celebrar que he tenido la suerte de encontrar a la persona más especial del mundo con toda la gente que me importa, que más da que la celebración sea con 10, 50 ó 100, lo que importa es que toda la gente que esté allí se alegre por tí, y que ese día se convierta en el mejor de toda tu vida.

Además de todo lo que te puede ilusionar a ti eso ¡ya no quiero decir nada a tu familia!y o me imagino a mi madre de un lado a otro medio año antes loca porque eligiera YA desde el vestido a los zapatos, las flores o hasta el color del pintauñas, o imagino a mi abuelo diciendo "chigüitos, pa lo que os haga falta aquí esta tu abuelo, eso sí un buen puro y un buen vino que no falten", y que decir de mis abuelas enseñando las fotos a todas las vecinas y hasta el primero que pase por la calle y diciendo "Ésta es la hija de la mayor, estaba guapísima, ni te lo imaginas, fue todo precioso, mira ésta foto y ésta otra...."

Para mí ese día será es más feliz de mi vida porque lo compartiré con la gente que me quiere y por ello estará feliz por mí y me acordaré de los que ya no están pero seguro encantado sestarían allí. Porque casarse no es firmar un papel, es empezar algo nuevo un largo camino en el que dos personas se hacen de "sherpas" uno al otro tanto en lo bueno como en lo malo, y como dice mi ya querido Federico Moccia, la vida es demasiado corta y es absurdo no tener el valor suficiente para ser felices, ya que aunque en la vida no se puede tener todo, sin embargo es necesario aspirar a ello, ya que la felicidad no esa meta sino un estilo de vida.

1 comentario:

  1. Bonita lectura. Una boda se supone que ilusiona más por todo lo que es preparación, fiestorro, estar con tanta y tanta gente... Más que del hecho de casarse en sí que no es más que un mero trámite social, y 24 días de fiesta por todo lo alto.
    Una relación no entiende de papeles. Pero que a todos nos gusta ir a alguna de vez en cuando es innegable.

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