domingo, 25 de julio de 2010

Marrón: Una piedra en el camino a Nunca Jamás.

Hay momentos en los que por la gente que te acompaña o quizás por lo que estás viviendo sabes que ESE es tu sitio. Muchas veces ese lugar no es donde has nacido ni si quiera donde te has criado, igual llegaste de casualidad pero ahora sabes que te quieres quedar.
Nos empeñamos en poner infinitas barreras a nuestro alrededor con Mi Pueblo, Mi ciudad, Mí país; si estas orgulloso de ese maravilloso lugar en el que te quieres quedar y piensas que es el mejor del mundo ¿Por qué no compartirlo con los demás? cuando eres pequeño y tienes ese cromo que nunca entra, que a todos les falta, lo muestras orgulloso ¿Por qué no hacer ahora igual?
Para mi es muy triste que tenga que ser un deporte la razón para que aparezca en sentimiento de unidad, ese sentimiento de emoción en el que sólo quieres celebrar con el de al lado y te da igual de donde sea, como piense o lo que haga los domingos por la mañana porque lo importante es celebrar, ojalá ese sentimiento se traspasara a otros muchos momentos en los que de verdad hace falta.
Dicen que si piensas en los 3 mejores momentos de tu vida, siempre les has compartido con alguien, ningún gran momento se pasa sólo. Siempre son las personas las que hacen que los lugares se convierten en especiales, los que colorean cada rincón del color ideal y son esas personas las que nos debemos esforzarnos en conservar aunque en ocasiones nos encontremos en el camino a nuestro gran lugar con esa gran piedra que se llama orgullo y que muchas veces no sabemos esquivar porque se nos olvida que el orgullo no existe cuando nos importa más la otra persona más que nosotros mismos.

Yo encontré mi pequeño lugar, ese que se parece a nunca jamás donde la gente no se preocupa y todo sale bien, la dirección la de siempre: la segunda a la derecha y a través de una gran noche,
todo recto hasta el amanecer.

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